Una nueva Vida, un nuevo Hogar… Esto es lo que los clientes nos transmitieron la primera vez que nos vimos. Habían vivido toda su vida en común en este piso, de eso hacía ya más de 25 años; y sentían que había llegado el momento de hacer un gran cambio: Ya no eran los mismos que habían ido a vivir allí por entonces, sus hijos habían crecido y se habían independizado y era hora de renovar los espacios y darles un soplo de aire fresco.
Un primero con un gran patio interior, bastante luz natural y estancias muy compartimentadas, como en todos los pisos de esta época.
Nos dieron prácticamente carta blanca a la hora de diseñar el que sería su nuevo hogar, la única premisa: poner de base un suelo porcelánico marmoleado, la ilusión de la clienta. Y así lo hicimos. Para contrarrestar el frío mármol, lo combinamos con la calidez de la madera en nogal… ¡el resultado no nos puede gustar más!
Nuestro punto de partida fue eliminar el largo y frío pasillo para ampliar los espacios de día conectándolos entre sí. Para mantener la privacidad y recogimiento de cada uno de los ambientes, diseñamos un gran mueble en madera de nogal que actúa simultáneamente de almacenaje y de elemento divisor entre el espacio de estar/comedor con la zona de paso y cocina.
También apostamos por combinar muebles más clásicos con otros de aire contemporáneo; y como guinda, la preciosa gran lámpara de cuelgue del comedor, que se lleva todas las miradas.
Tenemos que agradecer la buena disposición de los clientes y lo fácil que nos lo pusieron desde un principio, aceptando la mayoría de nuestras sugerencias, incluido el papel de monos del baño de cortesía que le da ese punto canalla a la composición.

Si tenéis curiosidad por saber como era la vivienda antes de la reforma, os dejamos una galería de imágenes del estado previo: