Un piso del centro viejo y desfasado se ha transformado en el nuevo hogar de una joven madre y su hija. Ahora, la luz, la amplitud espacial y los detalles decorativos que con tan buen gusto ha dispuesto la clienta lo caracterizan.
Se realizaron los espacios a medida de las nuevas habitantes y se conectaron las estancias de día para ganar mayor amplitud y luz natural. La base es blanca, atemporal, acentuada por el suelo de porcelánico imitación madera dispuesto en espiga y los azulejos de color en los baños, que le dan el toque de originalidad.
Además, se ha instalado un sistema de aerotermia que distribuye uniformemente el frío y el calor por la vivienda, reduciendo considerablemente el gasto energético de la misma.
El resultado es un piso sencillo y funcional que irradia paz y calma. ¡Qué lo disfruten!
Algunas imágenes del estado previo a la reforma:








