Es el resultado de nuestro último trabajo en Alicante. Los dueños, una joven pareja de creativos que esperan un bebé, no acababan de estar a gusto en su casa, adquirida 10 años antes. Tenían la típica duda de si cambiar de vivienda o arreglar ésta. Fuimos a verlos e inmediatamente vimos las posibilidades que ofrecía la vivienda.
Se trataba de un ático con una gran terraza en L, aunque desaprovechada, y al que le faltaba algo de luz natural en el interior. Es por eso que se decidió abrir los espacios y apropiarse de parte de la terraza para equilibrar el interior con el exterior de la vivienda. Así, el salón, la cocina y el dormitorio principal ganaron unos metros que revalorizan las estancias.
Unos grandes ventanales dotan a la casa de vistas y acota el espacio de disfrute de la terraza, repleta de plantas.
También la cocina cobra protagonismo, se ha cambiado de sitio para vincularla directamente con la zona de día (la más pública), convirtiéndose en el corazón de la casa. Ha aumentado su tamaño y su posición estratégica promete convertirla en el centro de todas las reuniones y fiestas que están por llegar.
La casa rebosa vida y energía y está llena de pequeños (y maravillosos) objetos que la complementan. No hay nada mejor que estar rodeado de las cosas que te gustan y quieres sin que queden ocultas por todo lo innecesario.
No podemos estar más contentos con esta reforma, que ha conseguido sacar el alma de la casa. Les damos las gracias por confiar en nosotros y les deseamos que la disfruten al máximo con su pequeñín.
Algunas imágenes del estado previo a la reforma: