El círculo es la ley geométrica más perfecta y ha estado presente en nuestra historia, nuestras tierras y paisajes a lo largo del tiempo. Usamos el círculo, como forma, y una ley de crecimiento radial para resolver la configuración espacial, la integración de los distintos usos, y la conexión de la plaza con las calles y edificios colindantes, “trasladando el campo a la ciudad”.